La Palabra

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LA PALABRA
No.45, febrero de 2014
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.

http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch

 
Ante los procesos de selección o designación en el CCH
 
Prof. Jesús Pacheco Martínez
 
Ante el proceso de selección o designación de director (a) general del Colegio de Ciencias y Humanidades, así como del Plantel Sur, me permito hacer las siguientes consideraciones:
 
1.- Una práctica común en la UNAM y en particular en el CCH, es el levantamiento de firmas por parte de los que se promueven como candidatos para ocupar un cargo de funcionario como director (a). En algunos casos, puede ser para repetir en el puesto por otro período subsecuente.

Esta práctica resulta ser bastante obsoleta y además incómoda, pues no refleja para nada, una consulta democrática, crítica y reflexiva, hacia el personal académico, administrativo y mucho menos hacia el sector más excluido de la política universitaria: los estudiantes.

2.- Lo más inadecuado de esta práctica viciada, es el de utilizar recursos de la institución por parte de autoridades en servicio, para promover sus candidaturas, lo que genera malestar y competencias simuladas e inequitativas (un candidato funcionario con respecto a un candidato no funcionario).

3.- Se debiera de pensar acerca del perfil de director general o local que la institución necesita. Es tiempo ya de instaurar en el Colegio, una cultura dialógica, donde opere el diálogo real y abierto entre los miembros de la comunidad.

Que los problemas existentes, así como las alternativas y proyectos, sean sometidos a la crítica del análisis y la reflexión y se tomen decisiones consensuadas y se respeten los disensos.

4.- Que la integración  de las direcciones, general y locales, se haga de manera plural y sea representativa de las diversas corrientes de opinión del CCH y no queden en manos de un solo grupo de adherentes al jefe en turno.

5.- Que el Consejo Técnico, los Consejos internos, Académicos y Comisiones, sean electas de forma democrática por los sectores de la comunidad y que no se conviertan en órganos ad hoc de las autoridades en turno, eliminando el control del voto, la coacción y otros mecanismos de presión - en particular para los académicos – que pervierten la política y dañan a la institución.

6.- El registro de asistencia debe ser más flexible, dejando las listas abiertas para que los docentes le den prioridad a la atención a sus grupos, bajo el precepto ético de la responsabilidad moral hacia el trabajo.

7.- La renovación de la planta académica no debe ser pretexto para poner límites de edad, en la participación del conjunto de profesores y profesoras en los concursos de oposición, que deben ser desde un principio abiertos y universales, sin discriminaciones de ningún tipo, como se pretende en las convocatorias de la DGAPA. Se requiere, eliminar la práctica viciada de otorgar las plazas vacantes o de nueva creación por la vía del artículo 51 del EPA, pues lo que se establece como  excepción, las autoridades del Colegio lo han convertido en regla y dando paso a que se actúe arbitrariamente.

8.- La revisión curricular es necesaria, siempre y cuando se dialogue, se reflexione, se acepten propuestas de la comunidad y se incorporen al proyecto formulado.

Los académicos del Colegio están en una oportunidad de activar su conciencia crítica y reflexiva y no aceptar el estado de cosas actual, como un mal necesario o inevitable.  



 
¿Una propuesta virtual?
Maestra Alicia Reyes
 
Estimado Jesús, te agradezco la información que me enviaste.
 
Te comento lo siguiente y si deseas puedes publicarlo. Es breve, pero va con la idea de aportar algunos elementos sobre los cambios que pronto se dejarán ver en el Colegio.
 
¿Una propuesta Virtual?
 
La planta docente de nuestra institución debe renovarse no sólo desde el punto de vista cronológico, creo que éste es un factor importante, pero que no determina que se genere una mayor calidad académica docente, tampoco una mejor atención hacia los estudiantes. 
 
Cierto que el cansancio de los años y el constante trabajo podrían ser algunas de las causas por las que los profesores ya no se ponen al día en su áreas de conocimiento, tienden a ser repetitivos y dejan que la rutina supla la creatividad y el rigor. Pero también es cierto que los profesores jóvenes carecen de experiencia, están en proceso de formación y se están incorporando apenas a un sistema, todos quisiéramos, distinto al tradicional. Su juventud no garantiza el  compromiso que se debe adquirir frente a los alumnos.
 
Entonces, además de la edad, habría que plantearse la posibilidad de proponer a las autoridades que se profesionalice la docencia estableciendo programas con la orientación como el que ya se probó en el Colegio, el llamado Docencia de Alta Calidad en el que sólo algunos, muy pocos, casi un porcentaje de 0, después del punto, de los docentes del Colegio aceptaron su inclusión. 
 
Habría que preguntar a los profesores añejos y nuevos, mujeres, varones o con otra elección sexual, etcétera, por qué causas ingresaron o no ingresaron a él. Habría que preguntar a las autoridades cuál es su opinión sobre el tema y qué conclusiones o aprendizajes útiles se obtuvieron para nuestra función como institución educativa.
 
Estamos en una etapa en la que poco a poco nos han ido invadiendo los programas dedicados a que los alumnos que no tienen deseos de aprobar, lo hagan en contra de sus elecciones. Podríamos expresar gráficamente lo que está haciendo la institución con  la imagen de un vagón del metro lleno de personas que quieren, algunas de ellas, sólo viajar de punta a punta y volver a regresar a su origen de partida, es decir sólo viajar sin definir el tiempo. Les gusta el transporte y el traslado, pero, las condiciones de la empresa no permiten que se cumplan sus deseos. Así que llegan al final del primer viaje y no pueden quedarse dentro del vagón, los bajan, los invitan a bajarse o los empujan para que se bajen.
 
Lo mismo les sucede a nuestros alumnos, llegan al Colegio y desde el primer año, comienzan a incorporarse a las invitaciones primero y a los empujones, después, cuando ya medio ingresan al tercer año de su bachillerato. Les llueven los extraordinarios, los sabatinos, los urgentes y los emergentes, los jurados especiales y los no tan especiales.
 
Todo es cuestión de suerte y de atinarle al "profe" que se "conduela de que es mi última materia reprobada" y... a la licenciatura. Afortunadamente no es la situación en la que podemos ubicar a todos los alumnos, ni a todos los profesores de nuestra comunidad debido a que un porcentaje significativo de ambos tiene una visión y comportamientos activos, además de una actitud ética ante a vida.
 
Por todo lo anterior, debiéramos proponer, ahora que estamos en época de  elecciones, que se establezca la urgencia de un compromiso abierto y profundo de cada uno de los candidatos a dirigir nuestro Colegio, para que poco a poco, pero de manera decidida se comience a destinar el presupuesto con el que cuenta el Colegio, para apoyar y promover a quienes se preparan en su área de conocimientos y en su función de docentes y a los alumnos que eligen estudiar porque les interesa auténticamente su formación.
 
Creo, a riesgo de equivocarme, que tendríamos referentes y criterios mucho más justos y equitativos para que las plazas de profesor fueran ocupadas por quienes mejor se lo merecieran y que seguro irían construyendo una institución reconocida por la calidad de sus egresados. 
 
sololicha@yahoo.com.mx



 
 
Proponer opciones académicas

Maestra Blanca Susana
Cruz Ulloa
Gracias Jesús por continuar con La Palabra, felicidades por el No.44. Pensé que hablarías algo de la civilidad de los Ucranianos, de la manera en que ha respondido la población y de cómo han sacado de sus cómodas oficinas a ineptos gobernantes. Buen ejemplo a seguir para las personalidades apagadas de muchos mexicanos.

Jesús, me decidí a escribir estas líneas porque veo con profunda tristeza los cambios que se avecinan, donde el sufrimiento y la abnegación de la planta docente trabajadora y responsable que no ha logrado plazas definitivas se ve amenazada por la diferencia de edad  entre competidores desleales. Los cambios en el Estatuto del Personal Académico para la renovación de la planta docente, jamás debiera utilizar la edad de los profesores como medio de re-novación. Renovar significa crecer y para crecer hay que pasar con el tiempo muchos obstáculos y lograr prerrogativas académicas que ofrece la legislación universitaria. Me apena lo que pasa ahora, porque reconozco habilidades y grandes cualidades en algunos jóvenes docentes, pero también observo a otros que han apostado al sometimiento y pérdida completa de su voluntad. En mis años de joven también los hubo y ahora no los recuerdo porque el tiempo no se detuvo para ellos, también pasó y no dejó huella que valiera la pena mencionar.

Es inaudito que la renovación académica base su futuro en la edad del docente, ¿por qué no trazar una ruta para el crecimiento en formación de los académicos (jóvenes, maduros y viejos) que ofrezca la bella posibilidad de fortalecer el pensamiento de los educandos, de hacer personas críticas, demócratas y autónomas?. ¿Por qué utilizar la dictadura fascista para callar la voz de la comunidad académica universitaria? ¿En dónde quedan los principios de nuestra institución?

Cierto que nos hicimos viejos y ¿quién no? , quienes tienen ahora un poco más de dos décadas, en un lapso breve entran al grupo de los de tres y luego al de cuatro. Sería retrógrado pensar con temor acerca de la edad, sentir frustración porque el tiempo no se detiene e inevitablemente serán viejos también. Valga aquí un grito de horror con ojos desorbitados. Lo que debemos hacer todos los profesores es evitar enfrentamientos entre novatos con aquellos que han logrado estudios de posgrado y éstos contra los que han trabajado más de tres décadas en la Universidad. Lo que deberíamos hacer todos, es centrar nuestras capacidades en proponer opciones académicas que garanticen crecimiento y por ende renovación estructural y funcional de la institución.

Muchos saludos

 
 
Correo en respuesta al de Jorge Saltijeral Oaxaca
 
Los escrúpulos y la honradez parecen ser cosa del pasado; la desfachatez y el abuso cosa del presente.
 
Javier Guillén Anguiano.
 
Liberato
 
Hay nombres que predestinan. No cabe la menor duda.
Marcelino Perello 29/01/2014 00:58
Excélsior
 
A los que lo supieron.
 
Hay nombres que predestinan. No cabe la menor duda. No soy afecto al pensamiento mágico, y de hecho desde mi soberbia racionalista lo combato y sigo combatiendo. Pero hay evidencias ante las que me tengo que rendir. Y desde hace años he renunciado a explicarme lo inexplicable. Hay nombres que predestinan. No cabe la menor duda.
 
Conozco varios ejemplos, tanto en el dominio público como en el privado. Pero hoy los paso por alto. Hoy me referiré sólo a uno de ellos. Tal vez el más notable y llamativo. Yo no sé cómo a aquel insólito gambusino y a su mujer, perdidos entre los espesos bosques y el laberinto de riachuelos que pueblan la sierra duranguense, allá por San Ignacio Tamazula, donde el viento da la vuelta, se les ocurrió ponerle ese nombre a su hijo. Vaya usted a saber de dónde lo sacaron. Pero el hecho es que ese decidieron y ese fue. Y el pequeño recién nacido, así se llamó entonces y así se llamaría a lo largo de la intensa y pródiga vida que lo esperaba. Se llamaría Liberato. Y aquel pequeño Liberato acabaría convirtiéndose en el gran Liberato. Fiel a su nombre de pila, encadenado al Registro Civil —y no sé si también a la Fe de Bautismo— fue, sin flaqueza alguna, un hombre libre. El arquetipo de la libertad. Y más que además, por eso mismo, dedicó esa vida íntegra, con pasión, sensatez y sabiduría, a la libertad de los demás. A la liberación de sus congéneres y semejantes. Aunque déjeme que le diga, querido lector, que semejantes, lo que se dice semejantes, a ese hombre único hay pocos, si alguno.
 
La parca anda suelta. Y esta columna que se quiere si no necesariamente alegre, sí gozosa, estas últimas semanas corre el riesgo de convertirse en un obituario. Pero la muerte no puede ser pasada por alto. Es sabido. En su impertinente contundencia y definitividad es por antonomasia aquello que no puede ser ignorado. Y hay muertes más insoportables que otras, que, más que otras, no pueden ser pasadas por alto.
 
Liberato Terán, mi amigo y compañero, mi camarada y mi cómplice, mi alter ego, dejó de respirar hace exactamente una semana. Hace meses que había dejado de vivir, pero la llama se apagó del todo apenas ahora. Murió ahí, en su Culiacán amado, permanente e indispensable, rodeado, de cerca y de lejos, por el cariño y el desconsuelo de quienes lo supimos, admiramos y quisimos.
 
Se fue como si nada, con esa discreción distinguida que lo caracterizó en vida. Sin ninguna estridencia ni sobresalto. Simplemente se extinguió. Con la desconcertante modestia con la que vivió ese hombre complejo y exuberante. Y con él muero también yo un poco. Una parte de mí se va con él. Somos muchos, lo sé, los que morimos la muerte de Liberato.
 
Lo conocí hace casi medio siglo, cuando llegó a la Ciudad de México a participar en un encuentro de estudiantes comunistas agrupados en la legendaria CENED, Central Nacional de Estudiantes Democráticos, la organización amplia en la que nos cobijábamos los jóvenes militantes de la semiclandestina Juventud Comunista de México. Inmediata y extrañamente se estableció entre nosotros un vínculo estrecho que ya no se disolvería ni aflojaría.
 
Y digo extraña e inmediatamente porque Liberato no era una persona especialmente mundana y extrovertida. Todo lo contrario, fue siempre muy reservado. Que no quiere decir tímido o introvertido. Para nada. Su reserva y su prudencia fue, sin precaución alguna, generosa, cálida y pródiga.
 
Tecleo estas líneas con dificultad. Con varias dificultades sobrepuestas diría yo. Una de ellas ciertamente la de encontrar la manera de ofrecer una imagen, una semblanza, aunque parcial, elocuente de ese hombre incomparable, finalmente indescriptible. Opto por escoger, titubeante, algún pasaje de sus andanzas que ilustre un poco esa combinación de temple y ternura que lo constituyó. No es fácil. Fue de aquellos personajes que más que un currículum poseyeron una biografía. En toda la densidad del término.

 
Aunque parezca extraño —y lo parece porque lo es— escojo, entre tantos y tantos episodios memorables, uno que no viví yo personalmente, sino que me fue relatado por nuestro gran y



 
Aretillo. Foto. Marlene Martínez
 
común amigo Joel Ortega, cronista imprescindible. Se encontraban Liberato y él en calidad de dirigentes comunistas, en gira oficial a la URSS.
 
Entre los sitios que los llevaron a visitar se encontraba una escuela primaria de Moscú.  En tal calidad dirigieron algunas palabras de saludo a los niños, que el intérprete se encargó de traducir. Pero al saber de dónde venían, los alumnos y maestros pidieron entusiasmados que les cantaran una canción mexicana. Ni uno ni otro se caracterizaban por sus dotes melódicas, pero era imposible negarse. Había que solventar el trance. Joel, astuto, le enjaretó al pobre Liberato la responsabilidad, y éste, disciplinado, escogió y entonó una canción. Les cantó nada menos que Los cochinitos dormilones de Cri-Crí. Tal cual. Ya no recuerdo si también fue traducida al perplejo auditorio. Ese era Liberato.
 
A los sinaloenses les cuesta mucho viajar. Son tal vez los más sedentarios y arraigados de todos los mexicanos. Alguna vez dije y escribí que Sinaloa era una isla. Atrapada entre el mar, el desierto y la montaña, pero sobre todo por el apego enfermizo a la tierra de sus pobladores. Sin embargo, mis encuentros con Liberato, a lo largo de los años y los decenios, se produjeron en los más diversos rincones de este mundo ancho y que para él nunca fue ajeno.
 
De la Ciudad de México a Bucarest, de París a Barcelona, pasando por supuesto por Culiacán. Y era, créame, un auténtico goce ver la manera como este fino intelectual, ardiente revolucionario, descubría y devoraba ávido sus entornos hasta entonces desconocidos, y cómo los hacía suyos.
 
Sus observaciones, impresiones y reflexiones, habladas y escritas, me han acompañado siempre más. Y sin embargo no consigo sacudirme de encima la triste sensación de que quienes lo rodeamos nunca aprendimos lo suficiente de él. Ni el qué ni el cómo. No supe, no pude. No era fácil.
 
Para aquilatar su acendrada riqueza afectiva necesitamos considerar obviamente su asombrosa sencillez, ponderar aquel rigor ecuánime casi exagerado. Vivió intensamente cada acontecer sin emplear aspavientos cursis luciendo aquella reciedumbre admirable. La altiva naturaleza indómita envainada bajo la amabilidad sinaloense esculpía la espléndida vitalidad avasalladora negando toda abdicación.
 
Yo no sé cómo voy a hacerme a la idea de que allá lejos, en su tórrida y amada Perla del Humaya, no está más Liberato. Su presencia era la prueba tangible de que otro mundo era posible. Y de que éste, pese a todo, era vivible y prometedor. Hoy esa presencia se ha vuelto recuerdo y pervivencia. No tengo más remedio que aferrarme.

 
Manifestación de electricistas del SME, de la CNTE y otras organizaciones sociales y políticas, el viernes 31 de enero de 2014, por la mañana, en contra de las reformas estructurales, por Paseo de la Reforma. Foto de Marlene Martínez Hernández

 
 Jesús gracias por las palabras.
 
La UNAM inventó esa farsa de los tiempos completos a los que se portan bien, los aumentos que no se incorporan a la jubilación y ahora quiere remediar lo mal hecho haciendo de nuevo injusticias e inequidades. 
 
El Jaime Flores totalmente desfigurado. Creo que reúne el perfil de Director General, seguramente le darán el puesto.
 
Un abrazo.

Al final, el amor que te llevas es igual al amor que diste.
Carlos Andrade.

 
Jardín de la Facultad de Contaduría y Administración.
 
 
Manifestación contra las reformas estructurales
 
Diversas organizaciones sociales y políticas participaron el viernes 31 de enero, en una gran manifestación que demostró una vez más, el rechazo que existe socialmente, a las reformas estructurales del gobierno federal, en particular en estos momentos, a la reforma energética. Cuauhtémoc Cárdenas publicó una convocatoria “…al pueblo de México a manifestarse en la Jornada Nacional de Lucha, que se llevará a cabo por toda la República, para revertir las reformas neoliberales aprobadas en 2012 y 203, en particular la energética, como parte de la lucha por el rescate y pleno ejercicio de la soberanía nacional” (La Jornada, viernes 31 de enero de 2013).
 
 
RELATORÍA  Y  ACUERDOS DE LA ASAMBLEA DE PERSONAL ACADÉMICO DE LA UNAM.
 
Auditorio Ho Chi Minh, Facultad de Economía. 30 de enero de 2014
 
Asistieron 210 profesores de los  cinco planteles del CCH, de ocho de las  nueve preparatorias, y de las Facultades de Economía, Filosofía, Ciencias, Química, Contaduría, de la Escuela Nacional de Música, de la FES Zaragoza. Hubo una representación de los estudiantes de bachillerato, expresando apoyo a la lucha de los profesores. Después de informar de los acuerdos de asamblea de varias de las Escuelas y Facultades presentes y de realizar un balance de la situación, en el que destacó:
 
A.- El reconocimiento unánime de que con las acciones emprendidas por quienes hemos participado en la Asamblea de Personal Académico, ya tenemos un primer triunfo. Las autoridades de la UNAM, se vieron obligadas a  abrir 225 plazas de profesores de carrera para bachillerato, adicionales a las 225 que ofertará en su programa excluyente. Un total de 450 plazas.
 
B.- Es evidente que lo que busca la rectoría es desactivar la protesta y el descontento, pretende dividir a los docentes de bachillerato con los de la licenciatura y colocar a las AAPAUNAM como quienes consiguen la apertura de esas plazas, cuando, todos sabemos que las AAPAUNAM,  es un  sindicato patronal, que apoya el programa excluyente  de rectoría y durante sus más de 30  años de existencia no ha hecho nada por la regularización laboral de los Académicos Universitarios.  
 
C.- Aunque la UNAM no nos haya entregado aún, una respuesta formal a nuestras demandas,  es evidente que este anuncio, junto con la oferta de que también instrumentarán un programa de retiro voluntario para los profesores de asignatura con 70 años o más, que laboren 20 horas o más, también es fruto de la lucha que hemos emprendido.
 
D.- Lo que anuncia la autoridad universitaria es insuficiente, no atiende a las exigencias de derogar el programa y mantiene el carácter excluyente del mismo, además lo centran en el bachillerato cuando en las licenciaturas y en los institutos tenemos situaciones de precariedad  y nuestras condiciones de trabajo son similares.
 
E.- No lo anuncia como programa de regularización, con lo que poco se podrán hacer valer los derechos adquiridos y la experiencia acumulada por los académicos en ejercicio, además de que sabemos que existen muchas irregularidades, discrecionalidad y falta de imparcialidad en los concursos de oposición.
 
ACUERDOS.
 
1.- Reiterar nuestras demandas centrales:
El rechazo al subprograma de Incorporación de jóvenes a la docencia, mantener la exigencia de su derogación por ser excluyente, discriminatorio, violatorio de la legislación nacional y universitaria, así como reforzar la discrecionalidad de directores y consejos técnicos. Todas las plazas deben salir a concurso en los términos del EPA.
 
La exigencia de la instrumentación de una propuesta integral de regularización del personal académico y su profesionalización, que incluye la apertura de plazas de carrera, la definitividad de los profesores de asignatura y carrera que estén en posibilidades de obtenerla, y que tienda al establecimiento de una sola figura de profesor-investigador de tiempo completo en todos los niveles universitarios (bachillerato, licenciatura, posgrado), con salarios y condiciones de trabajo dignos.
 
Un programa de retiro digno para todos los profesores, de asignatura y carrera que lo soliciten. Ampliación de la matrícula en Licenciatura y bachillerato.
 
2.- Repudiar el aumento salarial de 3.5% pactado entre la UNAM y las AAPAUNAM. Hacer un pronunciamiento y enviarlo a la prensa.
 
3.- Rechazar  a las AAPAUNAM como representantes de los Académicos y también al STUNAM, mantener la exigencia a Rectoría de una mesa de diálogo con la Asamblea del Personal Académico y demandar a la UNAM, que informe de todas las plazas vacantes de personal de carrera por cada una de las escuelas, facultades, institutos y centros, tanto las liberadas por jubilación, retiro voluntario, renuncia, fallecimiento, como las de nueva creación.
 
4.- Realizar un registro masivo de todos aquellos académicos que cumplen con los requisitos establecidos en el EPA, de experiencia docente y calificación docente y/o de investigación, para entregarlo a Rectoría el día miércoles 19 de febrero, después de la marcha que partirá a las 12hs, del Monumento a Obregón a Rectoría, acompañando la  solicitud del programa integral  de regularización. Y  para concursar las 450 plazas de carrera que abrirán ( tanto las de su programa excluyente, como las anunciadas para el bachillerato.) El registro se hará en cada Dependencia. 
 
5.- Realizar asambleas de personal académico en cada Escuela, Facultad e Instituto. Elegir representantes y presentar propuestas a la Asamblea General. Acreditados con actas de asamblea.
 
6.- Realizar Mítines en todas las escuelas, facultades e institutos, el jueves 13 de febrero. El objetivo dar a conocer nuestras demandas a toda la comunidad académica, profesores, estudiantes y trabajadores.
 
7.- Nombrar una comisión representativa amplia, con un representante por cada plantel, instituto o centro.
 
8.- Reorganizar las comisiones que se formaron en prepa 3, de Prensa y Propaganda, de Enlace. Las de finanzas serán locales.
 
9.- Formar tres comisiones más: la jurídica, para presentar propuestas de defensa en ese nivel; la que se abocará a presentar una propuesta de organización en Coalición; la de diagnóstico y estudio de las condiciones de trabajo del personal académico de la UNAM.
 
10.- Elaborar un manifiesto, en donde se llame a todo el personal académico a sumarse a la lucha por mejores condiciones de trabajo y en defensa de la UNAM. En la próxima asamblea se presentará una propuesta.
 
11.- Realizar un Congreso del Personal Académico. En la siguiente Asamblea se presentará una propuesta.
 
12.- Llevar a consulta la posibilidad de realizar otras formas de lucha, como clases masivas frente a rectoría, un paro, etc
 
13.- Intensificar la difusión de nuestro movimiento y sus demandas. Abordar temas como qué es la autonomía universitaria, el papel de la UNAM en la sociedad mexicana, la recuperación histórica de las luchas de los profesores universitarios por su organización y mejoras en condiciones de trabajo, etc. Usar todos los medios de comunicación posibles – mejorar el Blog, redes sociales, acudir a T.V UNAM y Radio UNAM, a demandar  la apertura de espacios. Realizar videos breves. Un volante y cartel único para distribuir en las escuelas.
 
14.- Explorar la posibilidad de publicar un desplegado.
 
15.- Realizar una Conferencia de Prensa dos días antes de la marcha.
 
16.- Realizar una nueva Asamblea el lunes 17 de febrero a las 5pm, en la Facultad de Economía.
 
Responsable de la relatoría: María de la Luz Arriaga mariluz@unam.mx

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